Celebramos 10 años de Debates de Educación dando voz a la comunidad educativa.
La escuela de masas nació en Europa con la voluntad de educar a los niños y jóvenes en unos valores, una idea de infancia, etc. muy distintos de los que tenían las familias y la comunidad. Así, en su génesis, la escuela y el instituto no están pensados para ni con las familias. Esta dificultad estructural, esta falta de reconocimiento inicial de las familias como parte de los centros educativos es la que hoy en día entorpece muchas de las iniciativas de mejora de las relaciones entre docentes y padres y madres. Por eso, la primera propuesta es que los claustros se planteen la pregunta “¿Cuál es el lugar físico y simbólico que deben tener las familias en nuestro centro?”. Y, a partir de este interrogante sobre el espacio y el papel de los progenitores en las entradas y salidas, en las evaluaciones, en el gobierno de la escuela, en las entrevistas, etc., que se replanteen y vuelvan a practicar sus relaciones con las familias.
La investigación nos dice que una de las características necesarias para el éxito académico es que la escuela i lo escolar formen parte, para los niños, jóvenes y sus familias, del “nosotros”. Para que se dé esto, el centro debe trabajar para construir un vínculo bueno y extenso con TODAS las familias del mismo. Es decir, el reto para los docentes es construir un vínculo cuantitativa y cualitativamente lo suficientemente vigoroso e intenso que permita, especialmente a las familias más alejadas de la “cultura escolar”, experimentar que ésta forma parte del “nosotros” y que no es ajena o indiferente. Este vínculo puede construirse desde unas entrevistas no finalistas y empáticas; desde unas reuniones pensadas para todas las familias; desde unos encuentros informales más interesados en construir vínculos que en juzgar moralmente las diferencias; con entradas en el aula de todas las familias; con la valoración mutua de la tarea educativa docente y familiar, etc.
Para que todas las familias encuentren su lugar en el centro y puedan construir un buen vínculo con los docentes, es necesario que se piense y se practique el centro en relación con la gran diversidad actual de familias. Así, la propuesta es la construcción de un plan de acogida al centro que permita acoger y construir un buen vínculo entre los docentes y todas las familias. Un plan que se replantee las entrevistas, la web, las comunicaciones, las reuniones, las fiestas, las salidas, los deberes, etc. con el objetivo de que todas las madres y todos los padres puedan sentirse acogidos, cómodos y con ganas de participar.